martes, junio 12

Semillas, mira como crecen las semillas.






Hay veces en que uno se esfuerza, se esfuerza; trabaja y trabaja para cumplir un anhelo, un sueño, una meta, un propósito o cumplir con el llamado de tu vocación, tu corazón.
Frustración terrible se provoca en el alma cuando un proyecto fracasa, pero alegría inmensa embarga el espíritu cuando logras alcanzar el horizonte planteado.
Muchas veces me ha tocado sentir el desazón de caer, pero hoy me siento inmensamente orgulloso y feliz de que algo bueno esta echando sus brotes.
Creo que la medicina es un arte que esta destinado a TRATAR de ofrecer una ayuda al que sufre a partir de lo que ciencia ha demostrado tener utilidad en el alivio del dolor, la enfermedad y la promoción de la salud. Pero si profundizo en lo más romántico del Buen Medico, es aquel que entrega su arte al prójimo. Como estudiante es difícil (ha sido difícil) ser solidario, pero encontré la forma de canalizar mi pasión por la vida a través de un puñado de personas que comparten este principio.
Este 2007 he abandonado Salud en Terreno (SeT) por distintos motivos, que puedo resumir en sentir que ya he completado una etapa en el equipo y que mi tiempo es más escaso para poder cumplir a plenitud ese rol.
Partí de abajo, como obrero del grupo y con el tiempo (y junto a mi inseparable amigo Wallo My Friend) adquirí un tácito rol de "líder". Y hoy, como escribía al inicio, me siento tan contento por aquella labor ya cumplida, por haber demostrado que con poco uno puede entregar tanto pero tanto. El costo es tan bajo y la satisfacción enorme... Así que muchachos, ánimo, mucho ánimo y fuerza para seguir. No cumpliendo mi sueño, si no el vuestro. Ánimo muchachos para entregar lo suyo a quienes no han tenido la posibilidad de tener algo.