El dia de ayer me entero que uno de mis amigos estaba mal en el hospital. ¿Por qué? Porque como otros muchos al igual que yo, escogió una carrera universitaria, que exige mucho, que de verdad exige mucho y que al momento de ser publicitada en radios y revistas, no se preocupan de avisar del costo inmenso que tiene en la vida de uno. ¿Vale la pena? Por supuesto que vale la pena, es nuestra vocación.
Hace ya varios años, cuando me preguntaban que quería estudiar, yo respondia que doctor... Obviamente, pase por muchisimas otros profesiones y oficios: cocinero, camarografo, científico, piloto, bombero, policia, etcétera; pero llegada la enseñanza media y respondiendo a la casi fatídica pregunta ¿Qué quieres hacer el resto de tu vida, cada uno de esos días? Me propuse que tenía que ayudar a la gente, hacerla sentir bien, escucharla y de alguna manera poder extenderle la mano. Hoy en eso estoy, estudiando Medicina, y a punto de iniciar mi internado.
Pero debo confesar, que no ha sido fácil. Más allá del hecho que mi universidad queda muy lejos de Rancagua natal (finalmente me he dado cuenta que eso me ayudo a crecer), la carrera en si se caracteriza por poseer un nivel alto de exigencia, por las responsabilidades que implica el cargo "en la tribu" al que postulamos y además por estar atingente a los nuevos conocimientos que van apareciendo. No solo eso, somos competitivos entre pares (algunos en sana ley y otros en no tan buena ley), lo que nos apremia un poco más.
En más de alguna ocasión me he sentido cansado... pero que más da, hay que poner su cuota de optimismo y darse fuerza para continuar el largo camino.
Ojala que al momento de a mi me toque pagar la cuenta, sea en modicas cuotas y con la sensación de haber hecho una buena inversión. Hoy por hoy ha sido la mejor, pero que... apenas tengo miserables 23 años y me queda toda una larga vida por vivir.
Animo amigos y compañeros, hay que poner nuestras miradas en el horizonte.
