sábado, agosto 19

In(FIER)ternado Medicina Interna

Mi Primer Internado


La etapa más importante de todo aquel que estudia medicina es el internado, aquellos 2 últimos años de carrera que ponen a prueba tus capacidades aprendidas, tu capacidad por aprender y tu capacidad de aguante.

Por mi parte, orgulloso ya de ser niño interno, y elegí comenzar por medicina interna ya que es el mas difícil en cuanto a trabajo del sexto año. Así que este enero de 2006, la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Regional de Antofagasta, me recibió como "perrito nuevo"... Ahí estaba estresado, porque había un montón de conocimientos y porcedimientos que no tenía remota idea qué eran ni cómo... , además las alarmas sonaban por todo, asi que muy desconcentrado los primeros días por mirar los monitores y a "Hal 9000" el monitor central (asi como el de Odisea al espacio". Poco a poco, fui entendiendo como funcionan las bombas, las gammas por minutos, que es la dopamina, que estudio indica que el uso de atorvastatina disminuye la mortalidad en pacientes post infarto agudo de miocardio y que es dosis dependiente... etc etc, y asi no más... pero en realidad era estrés pos conseguir las interconsultas.
Luego, me mandaron a Cambolla, ¡Sí! añ frente de batalla, me mandaron s medicina mujeres, sala común, o "sector" como "le" llama la gente. Ahí si que comenze a aprender, igual siempre con el apoyo de la Dra. Blanchard que me guío en el manejo de mis "pacientitas". Mil historias tenían mis pacientes, por supuesto que hay algunas que destacan en la memoria, como por ejempplo la Sra M****, ella ingresó porque su insuficiencia renal crónica ya estaba es su última etapa y tenía que iniciar la hemodiálisis... pero no era tan fácil, ella no quería andar con "antena" por el mundo. Pese a que mi dama era no vidente, ella quería mantenerse digna y no andar por ahí con esa cosa en el cuello, el catéter. ¿Y yo qué hacíua? No se puede obligar a la gente a hacer un procedimiento en su contra, pero su potasio subía y subía, y sus pulmones se llenaban de agua y la cosa se estba poniendo media fea ¿Qué hacer? Dicen que los humanos tenemos propósitos vitales, uno de ellos son los hijos, aunque yo no tengo entiendo el significado que ellos tienen. Así que como mi señora quería participar de la ceremonia de título de su hija en un mes más, no nos quedo otra que ponernos melodramáticos... y funcionó, costó, pero funcionó; tanto así que un día conversando le confese uno de mis gustos, y al día siguiente me dice, - "Joven José, busquemé la pastilla ahí en el velador, por favor" - y para sorpresa mía habían ¡Humitas! Y las lágrimas calleron, me emocionó entender que mi pega había sido gratificada en un gesto súper humilde. Meses después, me la encontré en el policlínico y me enteré que todo iba de maravillas.
Después de eso, y convencido que me había limbrado de Camboya, caí en Irak, o sea, aun peor, la sala cardiológica, de que aprendí, o sea, aprendí pero janás me fui a la hora y simpre me fui pensando en que un trámite, que un papeleo (si papeleo) había quedado pendiente, ahí si que coseche historias, como por ejemplo, mi paciente S*****, jugoso como el solo que finalmente se operó de bypass; el pelao copetero, un viejito bueno para la lengua que era garzón de un boliche de aquellso, que tabién se operó; don J***, que de verdad que me siguió por los siglos de los siglos; y por último el Tocopillano del marcapasos.... uffff, Dios mío, y eso que eran enfermos del corazón.
Después de Irak, yo dije, ya nada puede ser peor... ja! Caí en el Libano, en pleno conflicto con Israel, el Intermedio Medico (TIM), pero por lo menos podiamos tomar café. a veces el Dr Gallo se ponía con los "sanguches" y se podía trabajar con radio. Aquí también tuve mi pacientito estrella, mi calameó, A**** O***** O*****, yo creo que lo cuide harto porque lamentablemente se parecía a mi papá, no en lo físico sino en lo porfiado. Era un hombre de 70 años, que por "dejado" jamás resolvió su problema a la próstata y en el contexto de su diabetes, un día se infecto con una pielonefritis y casi se nos va "pa'l patio de los calla'os"; pero después de casi 3 semanas conmigo, lo sacamos del TIM y lo mandamos sala más recuperado. El otro día también lo vi en el policlínico, y debo admitir que no lo conocí, porque como "me hizo caso", se estaba tomando los medicamentos y había bajado muuucho de peso.
Paralelamente a nuestras pasadas, teníamos turnos de residencia, o sea, además de la pega diaria, nos teniamos que quedar en turno para resolver los ingresos y los controles del turno, La lineup de la primera rotación era Cadena, Carlos; Troncoso, Patricia; Donoso, Carola; Ravoy, Beny; y Elgueta, José a cargo de la DT Dra. Bindhoff, comimos, pelamos, trabajamos y tambiél la vimos negra o roja, como aquel sábado cuando tuvimos 3 pacientes descompensados por hemorragia digestiva alta, ese día con suerte nos sentamos. La segunda pasada, Cadena Carlos vendió su pase a otro equipo y cambiamos DT, por BigMama, o sea, la jefa de las jefas, Dra Solis.
Pasaron miles de historias, conocí cientos de pacientes, tuve que anunciar mejorías y también decesos, explicar con peras y manzanas cuando mis pacientitos no sabían leer o les era difícil comprender su enfermedad.
Me gusto, el trabajo, el servicio me marcó que aunque no es el mejor del hospital y tiene caleta de falencias, tiene harto empeño. El personal, como en todos lados, hay algunos buena onda y otros que mejor ni mencionamos, con las enfermeras de amor y odio. Pero les debo un agradecimiento enorme, por sobre todo por el desayuno final, donde se mostrarons agradecidos de nuestro aprendiazaje-trabajo.
Ojalá que la medicina interna se me habrá en un futuro como especialidad, pero aín hay mucha agua que tiene que correr por este puente.


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